miércoles, 4 de mayo de 2011

el mundo a través de la danza contemporánea










Historias de arribo y abandono; de amor y desamor nutrieron las tres obras con las que los estudiantes de la Escuela Superior de Danza de Sinaloa complacieron a un teatro abarrotado ayer, en el marco de XXV Festival Internacional de Danza ‘José Limón’.
Cómo género, la danza contemporánea ha causado revuelo y cada vez son las personas que la entienden y disfrutan, dijo Javier Basurto Cadena, coordinador de la licenciatura de esta disciplina de esta escuela.
Y aunque hay un gran prejuicio en contra de la danza como profesión –añadió- es más probable que los bailarines egresados de estas escuelas tengan más trabajo que aquellos que egresan de las facultades de medicina debido a la gran diversidad de foros y escenarios artísticos en todo el mundo.
Como introducción, los artistas respondieron a la pregunta: “¿qué es la danza?”
La danza invita a la reflexión, la crítica y la poética. Es también una manera de comunicarse y mostrar los mundos, explicó Basurto Cadena.
Apuntó que los sinaloenses, caracterizados por tener gusto por el baile, han visto la danza contemporánea con buenos ojos y cada vez son más las personas que disfrutan de estas presentaciones.
Si bien las obras tienen un tema y cuentan una historia –dijo- no siempre es necesario entenderlas. La estética y el ritmo crean un efecto visual fascinante y es posible disfrutarlas por su belleza.
La Escuela Superior de Danza creó esta licenciatura en el 2007, con una carrera de cuatro años. Los egresados tienen la posibilidad de crear sus empresas mediante la formación de las “micro compañías” que estarían presentándose en festivales y foros nacionales e internacionales.
El programa de este festival, que finalizará el 8 de mayo, incluye eventos en Culiacán y Mazatlán con la participación de Provisional Danza Joven, Producciones La Lágrima, La Intrusa Danza, Cuerpo Etéreo, Compañía Sol picó y Ensamble José Limón.
Asimismo tiene previsto para mañana jueves 5, a las ocho de la noche, la presentación de la compañía Moving Borders, en el mismo lugar.  

viernes, 22 de abril de 2011

Semana Santa yoreme






Por Avelina Rojas

San Miguel Zapotitlán, 17 de abril.- La tradición de máscaras y matachines ha demostrado un blindaje ante una modernidad que amenaza con destruir las costumbres de los pueblos de México. En San Miguel las pascolas y las danzas del venado se esparcieron por toda la zona cumpliendo una vez más con la promesa sublime que el indio necesitado ofrece a cambio de una ayuda divina.
Y es que en pago de un deseo cumplido hay una “manda” y los hijos devotos que se sometieron a ella se van a bailar envueltos en un ropaje de manta y lana, cubiertas las caras, bajo un sol inclemente, sufriendo los calores y los sofocos recorriendo kilómetros sobre caminos ásperos. Y así responden a ese milagro bondadoso que reciben de sus vírgenes y santos, pues ser “judío” o “matachín” es una tradición indígena yoreme.
Algo característico de este pueblo es la conservación de un centro ceremonial donde se efectúan las fiestas tradicionales sin la presencia de ninguna autoridad católica.
Este centro es una iglesia de muros blancos erguida sobre las faldas de un cerro que se conoce como “de la zorra” y está presidido por un consejo de ancianos y una directiva.
Vicente Velázquez, José Heredia, Vidal Valenzuela y Toribio Jiménez integran el Consejo de Ancianos.
De los 10 directivos de este centro, tres son mujeres: María de Jesús Aguilar Cevejea, secretaria; María de Rosario García, tesorera; y Matilde Zamora Velázquez.
El resto de la directiva está configurada por el gobernador, Pedro Cevejea; el Presidente, Román García; el Vigilante, Telésforo Alvarez; y los suplentes Félix Buitimea, Cornelio Velázquez, Ezequiel Moroyoqui y Joaquín Alvarez.
Federico Alvarez  es un indígena menudo pero fuerte, rebasa los cincuenta años y es la figura más importante dentro de esta iglesia. Su puesto –dice- es el de “sacristán”, pero en realidad es él quien ejecuta los rituales en este recinto sagrado: bendice el agua, bautiza los recién nacidos y despacha las almas después de morir.
Alvarez afirma que su devoción religiosa es don heredado de su madre, quien ya murió, pero que en vida fue “fiestera”.
Mi madre –agrega- estuvo a punto de ahogarse en el río y le pidió a la virgen Guadalupe que la salvara. A partir de entonces ella organizó festividades tradicionales como pago. Yo, su hijo, a los diez años continué con las tradiciones, señala.
Pero Alvarez dio un paso más: sustituyó a los curas católicos en la iglesia yoreme y se volvió “rezador”. De esa manera los habitantes de este pueblo celebran doblemente sus nacimientos, matrimonios y entierros. Hay una iglesia católica; y otra yoreme, donde Alvarez figura de manera principal.
Los festejos ceremoniales comenzaron el viernes primero de marzo, con algo que en la tradición yoreme se llama primer “conti”, que quiere decir vuelta o recorrido.
El festejo fue una procesión ofrendada a Santa Ana, la madre mayor, abuela de Cristo, y finalizan el domingo 24 de abril, día de la resurrección.
Durante estas celebraciones los “matachines” agitan sus maracas o “ayales” y tocan sus tambores en danzas que se vuelven frenéticas después de horas de beber alcohol.
Las tradiciones parecerían conservarse de manera intacta, de no ser por los eventos violentos que han sacudido el país en estos días. Las autoridades han eliminado los horarios de medianoche, como una medida para conservar el orden, según informó Concepción Buitimea Murillo, judío durante 20 años, quien ahora acompaña a sus cinco hijos en las procesiones religiosas.
En esta comuna que solía ser enteramente patriarcal, la mujeres han irrumpido con fuerza demostrando que son buenas tanto para la danza como para tocar el tambor.
María de los Angeles Velázquez Velázquez, del ejido Gabriel Leyva Solano dice: “Yo me entregué por una manda que hizo mi mamá.
“A los diez años yo estaba perdiendo la vista y mi madre me entregó a la tradición a cambio de salvar mis ojos, por eso ando aquí, en las corridas, con los judíos tocando el tambor.
Yesenia Guadalupe, danzante en la fiesta del Domingo de Ramos dijo: la participación de las mujeres es una cosa que se acepta “mi tío y mi papá bailaban y yo sigo la tradición de ellos porque desde chiquita me gusta esta cultura”.
Asimismo la modernidad ha proporcionado una inspiración nueva en la manufactura de las máscaras. Aquellas que antes eran de pieles de venado y jabalí, ahora son superficies  acartonadas, una copia de personajes o animales salvajes o monstruos.
Para Joel Rodríguez hacer máscaras es un placer. Nació frente a la ramada indígena de este pueblo y desde hace diez años se ha dedicado a la manufactura de máscaras.
En la tienda de Rodríguez es posible comprar “ayales” maracas- y morrales. Las máscaras las fabrica con cueros de vaca, venado, cabra y jabalí.
Es precio de estas máscaras va desde 300 hasta 2, 700 pesos.
“Pongo un granito de arena para que no se pierdan las tradiciones”, afirma-0-.


miércoles, 23 de febrero de 2011

El asombroso Malova y su traje nuevo


Avelina Rojas.

Mario López Valdez, conocido como Malova, recién nombrado gobernador de Sinaloa ha sorprendido a múltiples audiencias en varias ocasiones. Durante su estancia en el senado de la República -2006-2010- lanzó 79 iniciativas de ley llevando disímiles y abundantes chinches sociales a un rango constitucional, algunas brillantes que tuvieron éxito, como el registro de celulares; otras desconcertantes que rozaron la valla de la soberanía nacional, como la modificación al artículo 27 que otorga legitimidad a los extranjeros en la compra de litorales mexicanos.
En otra de sus asombrosas hazañas Malova baila frente a una banda de trompetas y saxofones con una trigueña llamada Ninel Conde con motivo del Centenario de Los Mochis en 1997. La joven, vestida con una ropa pegada al cuerpo de colores chillones y un sombrero vaquero, es atajada entre las piernas por López con un paso de bailarín novato en una escena de resemblanza al tango.
López Valdez también sorprendió a la clase política cuando consiguió el triunfo mediante la formación de alianzas de partidos minoritarios con una fórmula de éxito que ha sido arrebatada por las nuevas huestes en su preparación para nuevas contiendas electorales.
Después Malova despertó el azoro de los oyentes en pleno congreso del Estado cuando el pueblo le entregó oficialmente la gubernatura. Con actitud triunfal y respirando como caballo brioso dio a conocer programas con los que pondría a Sinaloa como el mejor lugar para vivir. Y que todo esto lo hacía, dijo, “porque quiero ser presidente”. Esta afirmación no sólo pasmó a la audiencia. También el gobernador que le entregaba la estafeta, Jesús Aguilar Padilla lanzó su asombro por el rabillo del ojo.
A sólo tres meses de portar el nuevo traje el gobernador López Valdez se enfrenta con las complicaciones de erradicar una violencia que aumenta a una escala cada vez mayor. Por otro lado los planes económicos relacionados con la agricultura se trastocaron por una ola fría que destruyó los cultivos este febrero.
La guerra contra los narcos y los destrozos por el cambio climático son dos temas que exigen un debate concienzudo, la organización de mesas redondas en las que participen todos los sectores de la sociedad.
Por un lado la violencia –véase Gandhi y su lucha contra los ingleses- ha demostrado provocar más violencia, y las guerras tornan los suelos fértiles en áridos; las grandes joyas arquitectónicas en escombros y finalmente la ruina.
Habrá que encontrar salidas más inteligentes al reducto de la violencia en México, algo más convincente que un ejército formado por soldados mal pagados que terminan por desertar y pasarse al otro bando.
El tema del cambio climático, por otro lado, invita a los ecologistas a participar. Se precisa hacer un giro hacia la sustentabilidad en la producción de alimentos, el uso de sistemas orgánicos, inofensivos y libres de químicos -entre otras medidas- a fin de revertir un proceso de alcances apocalípticos.
Es preciso, asimismo, la creación de una economía alternativa en la que quepan el intercambio de productos y servicios ante la falta de dinero, por ejemplo.
Este esfuerzo por abordar los dos temas, de suma importancia en estos momentos- exige que el mandatario expanda su fuerza de convocatoria. Es preciso invitar a todos los sectores a crear soluciones sin esperar que el Presidente, como figura omnipotente lo solucione todo, ya que es bien sabido que el dinero que arrojan sus programas de ayuda tiende a ser de una talla mucho menor de la necesitada.
El nuevo gobernador Malova se encuentra en la una carrera de obstáculos tratando de sortear problemas de grandes tallas. Será bueno saber si para afrontarlos cuenta con grandes medidas; o si hará lo mismo que los demás gobernantes: “bajar” recursos que no alcanzan; y gestionar créditos magros con resultados de igual calaña. 
De verdad que el nuevo gobernador sorprendería otra vez al público con eventos que encaminen esta tierra y a sus habitantes a lo que él mismo ha propuesto: el mejor lugar para vivir -0-.   
 

martes, 22 de febrero de 2011

Muestran salida al desempleo

El servicio Nacional de empleo de Sinaloa ofrece 3 mil 549 vacantes este mes. Es una cifra sin duda alta, pero está muy lejos de satisfacer a los 58 mil aspirantes que en los últimos tres meses del 2010 quedaron registrados como desempleados en los censos de II Conteo de Población y Vivienda y la Secretaría de Desarrollo Económico.
El número de desempleados ha ascendido en Sinaloa. En los primeros tres meses del 2010 los desocupados fueron 46 mil 240. Al finalizar el año la cifra ascendió a 58 mil 662.
El desempleo en una población que debería estar activa ha causado migraciones masivas a los Estados Unidos y el fortalecimiento de los grupos delincuentes organizados.
Para Francisco Daniel Plata Ochoa, Director de Empreser, la solución reside en una simple fórmula: hacer que los jóvenes egresados de las universidades se preparen para ser empresarios. En vez de buscar empleo -agrega- ellos podrían estar dirigiendo sus propias empresas.
Plata Ochoa mencionó que la multiplicación de empresas como la manera más rápida de salir de la crisis, que los sinaloenses cuentan con talentos que podrían aplicar para la creación de nuevos negocios. Por ejemplo -abundó- hubo alguien que tenía como "hobby" el hacer muebles de madera sin imaginarse que podría abrir una carpintería.
A los egresados de psicología el panorama de trabajo les brindaría mejores expectativas si, organizados en grupo, -mencionó- formaran un despacho para brindar sus servicios a las empresas, dijo.
Los créditos para abrir nuevos negocios están disponibles por parte de las diferentes secretarías gubernamentales con las que Empreser tiene vínculos, como Red Fosín y la Secretaría de Economía, por citar algunas.
Los nuevos empresarios deberán, dijo, tomar un curso durante los sábados de 10 semanas, con un costo de 120 pesos por cada sesión. Al culminar éste los financimientos para los proyectos maduros podrán gestionarse con la dependencia de gobierno relacionada con la naturaleza de los nuevos negocios.
El director de Empreser se mostró optimista ante los retos de crear nuevas empresas en un tiempo de crisis financiera. En el 2009 su organización registró 164 nuevas empresas. En el 2010 la cifra ascendió a 249.
Si el mercado local se restringe debido a la falta de circulante habrá que considerar el exportar los productos a otros Estados u otros países.
El carácter de los negocios varía de acuerdo a la vocación de los aspirantes. La organización ha formado granjas de tilapia, fábricas de tortillas de harina, salones de bellezas, entro otros.
Por su parte, el gerente de la Comisión Estatal de Gestión Empresarial y Reforma Regulatoria en el municipio, Daniel García Cázares dijo que "no todo es malo en una crisis": perder el empleo puede llevar a las personas a poner sus propios negocios.
La comisión a su cargo -Cede- tiene como misión ayudar a las nuevas y viejas empresas a agilizar sus trámites mediante un proceso llamado "ventanilla única" que forma parte de los camios resultantes de la Reforma Regulatoria, finalizó.

domingo, 13 de febrero de 2011

Marchan por la paz





Los Mochis.- Más de 300 personas vestidas de blanco y con bandas en la cabeza, de diversas edades y clases sociales, marcharon esta tarde por las calles del centro de la ciudad haciendo un llamado a la paz.
Este mismo día el periódico con más circulación en la ciudad, El debate, anunció el asesinato del hijo del exdirector de la policía municipal, Rigoberto Félix en Guasave; un joven baleado y otro “levantado” en Mazatlán, y otro más ejecutado en Constancia.
En el atardecer de hoy todavía estuvo fresco el recuerdo de la balacera con que despertaron las familias mochitenses el pasado 24 de enero, un evento que dejó un muerto y dos combatientes gravemente heridos como saldo de un encontronazo entre sicarios y fuerzas del ejército.  
Ciudadanos que se sienten amenazados por esta creciente violencia se organizaron en asociaciones civiles y marcharon con pancartas y mascotas para llamar la atención en favor de la paz.
Los manifestantes iniciaron su marcha en el parque Carranza, donde los bronces alusivos al Quijote y Sancho Panza custodian las puertas de la ciudad, por el norte, y el busto del constitucionalista Carranza en el sur.
Los niños a la cabeza sostenían pancartas “Sí al amor; no a la violencia”, seguidos de un coro de voces que clamaba: “queremos paz” repetidas veces, en medio de una algarabía acrecentada por el ulular de las patrullas, las ostentosas motocicletas de los uniformados y las unidades de socorro de los guardias de Protección Civil.
Los Líderes Inspiradores Desarrollando el Amor –Lida- y los representantes de los Colegios Particulares por la Paz y la Tranquilidad de Los Mochis, entre otros, convocaron con alegría a los curiosos que salieron a la calle a mirar el desfile en los cruces de calles y avenidas.
Al nutrido grupo de pacifistas se unió el alcalde Zenén Xóchihua Enciso, quien después de ser asaltado por los reporteros locales se unió a la marcha y avanzó tranquilamente inmerso de una multitud jubilosa que detuvo por breves momentos un tráfico de fin de semana en la avenida Leyva, una de las arterias  más asediadas de la ciudad.
El sol se ocultaba y la temperatura descendía cuando el grupo arribó a la plazuela 27 de septiembre. La fiesta empezó casi a las seis de tarde. Una audiencia se entretenía con un espectáculo de niños que entonaron alegremente canciones alusivas al amor y la fraternidad sobre un entarimado sólido, alto y por todos sus costados protegido -0-.
   

miércoles, 9 de febrero de 2011

Luchan contra la calle

Luchan contra la calle

·      Contiene DIF-DF callejerización infantil
Sara Lovera, texto / Frida Hartz, fotos.- Esmeralda hoy tiene 13 años, estudia la secundaria y está convencida de que terminará la universidad.
El sueño de Esmeralda es posible a pesar de ser hija de una recolectora de la Central de Abasto.
Desde que nació y hasta los 4 años de edad, vivió en los campamentos de recolectores de orgánicos e inorgánicos ubicados a un costado del conglomerado de compra y venta de hortalizas, frutas y mercancías más grande de la ciudad de México.
Antes de los 6 años, Esmeralda deambulaba con su mamá por los pasillos, corredores y andenes de la Central de Abasto, hasta que los educadores de calle convencieron a su mamá de llevarla al Albergue para niñas, niños y adolescentes de la Central de Abasto.
Ubicada en el oriente de la capital del País, la Central de Abasto de la ciudad de México, está instalada en 304 hectáreas, comercializa el 30 por ciento de la producción hortofrutícola nacional, cuenta con 1881 bodegas en el sector de frutas y legumbres, y 338 bodegas en el sector de abarrotes y víveres.
A la Central, como se le conoce coloquialmente, acuden alrededor de 300 mil visitantes cada día.
Uriel tiene 7 años. Nunca ha ido a la escuela pero sabe cómo sobrevivir entre los pasillos y andenes donde, junto con sus padres, pasa sus días recolectando y pelando frutas y verduras.
“Me dicen el bato, el mero, mero bato”, señala Uriel doblando los dedos angular e índice al tiempo que agita la mano.
“No más vengo aquí, a la escuela no me gusta”, aclara frunciendo el seño y con cara larga.
Esmeralda y Uriel dejaron el trabajo infantil para aprender a ser niños, como expresa la directora del albergue, Patricia Ortiz.
“De no haber sido por el albergue, Esmeralda trabajaría como recolectora, al igual que su mamá, nunca hubiera ido a la escuela”, asegura.
Este albergue le arranca a las estadísticas del trabajo infantil 200 niños al día.
La mayoría de los niños y las niñas tienen que pasar por la clase de alfabetización y socialización, antes de ir a la escuela, como es el caso de Uriel.
“Si los aventamos así, se sienten fuera de lugar, y por eso la primera tarea que hacemos es alfabetizarlos y socializarlos porque son niños acostumbrados a estar con los adultos y primero hay que meterlos al mundo de los niños”.

Política de contención

En los últimos 10 años el número de niños y niñas trabajadores en situación de calle en la ciudad de México, creció 42 por ciento.
Esto es, cada día 2 niños y niñas tenían como única alternativa de sobrevivencia el trabajo en la calle o vivir en la calle, antes que la protección de su familia y la escuela.
En una ciudad con alrededor de 9 millones de habitantes, que 2 niños y niñas se incorporen a las calles para trabajar todos los días, parece una cifra casi imperceptible, pero a lo largo de una década, suman 6 mil infantes y adolescentes, de acuerdo al diagnóstico del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia del Gobierno del Distrito Federal (DIF-DF).
Hoy el censo de personas en situación de calle que levantó el Instituto de Asistencia e Integración Social, destaca que en las calles de la ciudad de México viven 44 niños y niñas menores de 4 años; 133, menores de 17 años, los que se suman a los 1 mil 22 jóvenes de entre 18 y 29 años que han optado por las calles para vivir.
Las cifras pudieron ser mas grandes debido a la crisis económica, pues entre 2008 y 2009, las familias experimentaron un deterioro de sus condiciones de vida -una de las causas que arroja a las y los niños a la calle y al trabajo infantil- como señala la directora del DIF-DF, Patricia Patiño.
El informe La niñez y la adolescencia en el contexto de la crisis económica global: el caso de México realizado por el Consejo Nacional de Evaluación y la Unicef, revela que los hogares que experimentaron inseguridad alimentaria severa pasaron del 8 al 17 por ciento en el País.
Mientras que disminuyó el número de hogares que se considera tienen seguridad alimentaria, al pasar el 53 al 43 por ciento, en un solo año.
La callejerización, explica Patiño, es un proceso motivado por diversos factores de riesgo, como son la pobreza, la escasa o nula oportunidad para permanecer en el sistema escolarizado, la descomposición familiar, el abandono parcial o total de alguno de los niños, las adicciones, la falta de espacios y tiempos para la recreación.
Si aunado al impacto de la crisis económica, los niños y las niñas no tuvieran una alternativa de apoyo institucional el número de menores viviendo en la calle no rondaría los 150, podría duplicarse, como se registró a finales de la década de los noventa.
Patiño sostiene que los Centros de Día, ubicados, 2 en el centro de la ciudad, en la Delegación Cuauhtémoc, y otro más al oriente en Iztapalapa, son una política social de contención para que las y los niños dejen las calles, vayan a la escuela y concluyan sus estudios.
“Ninguna mamá quiere llevarse a sus hijos al puesto o que sus hijos estén en la calle mientras trabajan, pero si no tiene el respaldo institucional o no existe la  infraestructura a través de una política pública, también están como solas, enfrentando todo como si fuera un problema personal y no social y colectivo”, subraya Patiño.
El albergue de la Central de Abasto, señala, busca que esa población no trabaje, sino que esté en la escuela y al salir de ésta tenga un espacio a donde ir.
“El albergue es un factor de protección porque no nada más sirve para que los niños y las niñas vayan, sino para mantenerlos en la escuela, y la única forma de lograrlo es teniendo el respaldo de los adultos en las tareas, con actividades extraescolares, en el cuidado de la alimentación y la higiene, ese papel juega el Centro", explica Patiño.

El Centro hace la diferencia

Enclavado en el Barrio de Tepito, entre centenas de puestos ambulantes, donde se oyen los gritos de los comerciantes, la actividad constante. Entre el paso de cientos de personas que cargan bultos de un lado a otro o camionetas que suben y bajan mercancía, está el Centro de Día Número 2, ubicado a un costado de la Plaza del Estudiante, en el Centro Histórico de la ciudad de México.
“Si los niños y las niñas no estuvieran en el Centro, estarían con sus papás en los puestos o jugando maquinitas o quizá hasta repartiendo ‘paquetitos’, porque los niños nos han reportado que a la salida de las escuelas hay personas que les piden repartir ‘paquetitos’ y por cada uno les dan 20 pesos”, expresa Celsa Piedad Santos, directora del Centro.
¿Cómo los convences de que en lugar de ganarse los 20 pesos por “paquetito”, estudien? Se le cuestiona.
“Es un proceso de formación diaria, de derechos y de  responsabilidades y a partir de ahí, cuánto se gana, porque les damos talleres contra las adicciones junto con los Centros de Integración Juvenil y los jóvenes aprenden que si van por ese camino, sólo hay 3 lugares a donde ir: el panteón, la cárcel o el hospital, y que de ahí no se salen.
“Es parte de lo que trabajamos todo el tiempo, no sólo con los chicos sino con los papás”, señala Santos.
Los niños y adolescentes que acuden al Centro de Día Número 2, detalla, son hijos de padres que trabajan como subempleados de los comerciantes desde las 8 de la mañana hasta las 8 de la noche, ganan 800 pesos a la semana y no pueden atender a sus hijos.
“Es una zona complicada, a las chicas, las mafias las enganchan para la prostitución y a los chicos a repartir droga y empiezan muy niños a los 8 ó 9 años, por eso el Centro sí hace la diferencia para muchos”, refiere Santos.
Los Centros de Día, explica Patricia Patiño, directora del DIF-DF son una alternativa real para atender a la población infantil y a los adolescentes en circunstancias difíciles. “Es una política de prevención a la callejerización”, señala.
Los Centros de Día atienden a 450 niños cada mes.
“Es un trabajo de estar atendiendo a cada niño y establecer el vínculo psico-afectivo que requieren, porque la sociedad se lo ha quitado, porque la mamá tiene que trabajar todo el día, y si se encontraran un espacio frío, ajeno, sin una metodología que no tome en cuenta la cuestión afectiva, no los retendríamos”, expresa Patiño.
“El logro más importante de los Centros es mantener al 100 por ciento de los niños y las niñas en el sistema escolarizado”, agrega Patiño.

Si no estuviera aquí…

Donovan tiene 10 años, va en cuarto año de primaria y desde el primer año de preescolar, todas las mañanas asiste al Centro de Día Número 2, enclavado en el Barrio de Tepito.
Uno de los barrios más antiguos de la capital del País, Tepito es calificado como “barrio bravo”, lugar donde se comercializan piratería, toda clase de artículos usados y fue señalado por la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal en 2007 como el principal punto de venta de droga en la ciudad.
“Si no estuviera aquí me aburriría”, dice Donovan al referirse a su estancia en el Centro de Día Número 2.
“Bueno también estaría en la calle o en ningún lado, quizá en el puesto con mi mamá, como los sábados y los domingos”, explica mientras termina su tarea que tiene que entregar en la escuela.
Marta Flores vive cruzando la Plaza del Estudiante, tiene 3 hijos, se separó de su marido porque le pegaba y tuvo que hacerse cargo sola de sus hijos.
“Cuando inició el Centro nada mas traíamos a nuestros hijos a comer y ya, pero ahora les ayudan a estudiar y pueden estar todo el día mientras yo trabajo.
“Antes cuando nada más los traía para comer, mi tía me cuidaba a la niña de meses, pero siempre la encontraba muy sucia y sin comer, mi hijo el más grande que tenía como 5 años me decía ‘no te vayas a trabajar, yo te ayudo’, y se salía a vender chicles".
Pero Marta dice que hace unos 4 años trae a sus hijos al Centro y se quedan todo el día; incluso, ella toma cursos cada semana.
“Entonces la maestra me decía ‘aquí déjelos, de aquí los vamos a mandar a la escuela y su niña va a estar bien cuidada, no la va a encontrar como la encontraba con su tía’, y ya la traje y me dijeron, ‘la vamos a apoyar’, y sí, venía yo con mi hijos a las 9, me iba a trabajar, a las 4 salía de trabajar y venía por mi niña, la más chica y a las 6 iba por mis hijos a la escuela y así duré hasta ahora.
“A mi me ha servido mucho este Centro, tengo 3 hijos que ya terminaron la primaria y la secundaria, están estudiando la prepa y todos han dicho, ‘mamá yo voy a estudiar, no voy a dejar la escuela’. Esto es lo que les enseñan aquí”, cuenta Marta.

Fotos: ©Frida Hartz
Luchan contra la calle 002: Centro de Día No.2 Plaza del Estudiante, en Tepito. Patricia Patiño, Directora del DIF-DF en visita de supervisión.

Luchan contra la calle 003: Centro de Día No. 2, Plaza del Estudiante. Niño durante la evaluación para ingreso al centro. 

Luchan contra la calle 004: Albergue para niñas, niños y adolescentes de la Central de Abasto. Madre e hijos, camino al albergue.
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